viernes, 16 de noviembre de 2012

Los alumnos de un colegio de Neuköllner celebran los cumpleaños con "palizas"

En lugar de felicitaciones y regalos, hubo moretones en la cara y en los brazos.

Un estudiante de Neuköllner en Alemania, fue golpeado tan fuerte por sus compañeros de clase que tuvo que ser tratado en un ambulatorio. El caso, que ocurrió hace unas dos semanas, arroja a luz un fenómeno que se llama "golpes de cumpleaños". Aunque esta practica está repartida por todo el país, rara vez llega al público.

La concejala de educación de Neukölln, Franziska Giffey del SPD, reaccionó sorprendida y conmocionada cuando se enteró del incidente y del ritual subyacente.

"Los estudiantes del distrito escolar y el comité de vigilancia me han confirmado que existe este fenómeno. Pero sobre todo hay que saber que no se compone de un sólo ligero golpe en el hombro" informó Giffey.

Una larga experiencia con los "golpes de cumpleaños", es el caso de Christian Pfeiffer, jefe del Instituto de Criminología de Baja Sajonia, ya que en el año 2002 era ministro de Justicia en Hanover. Pfeiffer declara que los matones juveniles intimidaban repetidamente y de forma sistemática a los compañeros de clase que habían cumplido años.

Pfeiffer examinó el ritual y llegó a la conclusión de que el motivo es la envidia. "Este hecho es desarrollado por la envidia y la ira, el deseo de hacer pequeño al otro" dijo el criminólogo. La mayoría de estos casos se quedan en el acoso escolar, rara vez se dan palizas. A veces los golpes de cumpleaños se dan como "parte de la cultura de la escuela" como lo fue en Hagen.

Según Pfeiffer, en las familias musulmanas no es tradición pegar a los demás en el día de su cumpleaños, pues celebran esos días de otra manera y con muchos regalos, como solía ser el caso de Alemania. El motivo, podría ser que cuando algunos compañeros cumplían años y recibían teléfonos de última generación u ordenadores, los niños musulmanes que no recibían nada, se sentían provocados. Esta explicación fue confirmada por un representante de estudiantes de Berlín, ya que cuenta su propia experiencia, aunque no asocia este motivo a ningún caso en particular.

En las zonas centrales de Berlín, el ritual es en gran parte algo desconocido. Incluso el portavoz de los padres, Günter Peiritsch en Charlottenburg o la estudiante Beatrice Knörich, portavoz nacional de estudiantes en Berlín, que asistió a la escuela secundaria en Trepthow-Köpenick, no han oído hablar de esto. Sin embargo, un chico llamado Nikolai de 17 años de edad, dijo que enseñó a los estudiantes del comité del distrito de Neukölln el tema que se ha conocido en su colegio en Kreuzberg. En un primer momento, se trataba de acoso o insultos, pero no golpes. También expresó su satisfacción por el caso actual  diciendo que "está sorprendido por lo lejos que ha llegado". Como si nunca hubieran oído hablar de ello.

Tagesspiegel

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